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Hablando de democracia

En días pasados me leí el articulo titulado "Cuál es la verdadera democracia". Y al igual que se dijo en la mesa redonda, a mi también me disgusta el que tantos políticos hablen de democracia, de libertades y de derechos humanos cuando en realidad lo que están haciendo es defendiendo los horrores de sistemas sociales que están condenados a su desaparición, sea en los próximos cien años ó sea los próximos diez mil años. El problema es que los sistemas condenados no solamente tienen un gran poder sino que se han reforzado enormemente y tienen la capacidad de destruir todo intento de verdadera democracia que se intente crear y establecer en este Mundo en que vivimos. Aunque seamos renuentes a reconocerlo, el poder del mal es tan grande que el puede hacer que la Humanidad se olvide de esa democracia que en Cuba de defiende y de todas las palabras en defensa de la misma y de la revolución. Seria un grave error creer que los cubanos sí son superhombres y supermujeres que no se le aflojarían los ánimos para repeler una ofensiva del mal. Creerse eso, incluso, puede ofender a la especie humana, y esto podría ser cobrado. Saberlo evitar creo que debe ser la prioridad de los lideres cubanos, pues de ocurrir lo fatídico, el verdadero perdedor será la humanidad.
En mi análisis del articulo, concluí que ni aunque en los EE.UU. se practicara la democracia según el sistema cubano, eso convertiría a dicho país en una nación de personas libres, de la misma manera que a los ojos y pensamientos de los interesados en el sistema capitalista, ni aunque en Cuba se practicara la democracia al estilo norteamericano eso iba a significarle que los cubanos fueran una nación libre. El problema de toda esta retórica es que el que tiene mejores cañones es quien al final va a ganar el pleito de palabras ante la poca capacidad y poca motivada humanidad que, sin mucha convicción, pregunte por una respuesta. Entonces, como siempre antes ha ocurrido, el vencedor escribirá y contará la historia según sus intereses, y pronto su versión de lo sucedido se tomaría como la verdad única. Como dijera Mao, "el poder real sale por la boca de un cañón". Tratar de refutar eso seria ser tristemente muy idealista, y sin mejores resultados que para caer victimas de quienes gozarían mucho ensañándose con ellos. Miles de años atrás, los sofistas -los que considero los mas realistas pensadores de toda la historia- dijeron que "el poder es el derecho y la justicia el interés del mas fuerte." Y no sé de nada que me diga que el mundo ha cambiado. En los EE.UU. si los cañones no se ven con frecuencia apuntando a nadie no es porqué aquí el verdadero poder radique en que seamos una sociedad justa sino que en que rara vez alguien aislado se atreve a retar al omnipotente monstruo que ha creado una apariencia social que se hace casi que irrefutable. De ahí que es desalentador intentar ser un contestatario, y cuando hay respuestas casi siempre son violentas y por individuos solitarios. La función principal de los cañones aquí es la de proteger las joyerías, los bancos y donde quiera que haya efectivo y objetos de valor. La prueba de la debilidad y poca consistencia social de este sistema está en que hay que tener un aparato represivo para contener a la gente y mantener las reglas de un juego en el que pocos pueden competir bien; si se retirara ese cuerpo represivo el sistema se derrumbaría inexorablemente.
No es que este monstruo sea la creación consciente de nadie para mantener ciertos intereses. Posiblemente los fundadores de esta nación -como de cualquier otra nación del Mundo- jamás se propusieron crear una sociedad a favor de sus intereses y de los intereses de lo que jugaran bien en el juego del capitalismo, según las posibilidades cambiantes con los tiempos. Lo más probable es que realmente creían en lo que hoy se le está llamando de "derecho a la prosperidad individual", o sea, a repartirse y disponer de los recursos sociales y de los humanos mismos según sus antojos. Pero ese llamado "derecho a la prosperidad individual" se traduce en eso: un juego en el que pocos tienen posibilidades reales de ganar, y los que han sido tradicionalmente afortunados seguirán siendo los afortunados y seguirán siendo la inmensa mayoría de los beneficiados por el sistema. De ahí que pareciera que el sistema fue creado por ellos y para ellos.
El bien y el mal son muy relativos. Lo que para unos es el bien, para otros no lo es, y viceversa. Por lo que ser prudente seria tratar de convivir con el mal, dándole espacio para que se desarrolle de acuerdo con su naturaleza. Esto es lo que podría contener su furia y así sea salvado al menos un pedazo de nuestro mundo para el beneficio de la Humanidad; no importa que el mal sea tan egoísta que jamás haya cedido ninguna parte de su territorio para que el bien se desarrolle. El que el mal no lo haga no debe impedir el que el bien si lo haga.
En Cuba hay demasiada gente que quiere vivir del lado del mal como para que sean ignoradas y queden sin ser satisfechos sus deseos. Creo que lo ideal seria que los gobiernos de la Tierra le perdonaran a Cuba su sistema social y la dejaran como un Santuario para los idealistas, acogiendo, por otra parte, a todos los cubanos que no desearan el modo de vida que se lleve en el país. Esto seria lo perfecto, y me atrevería a asegurar que ha sido la intención del gobierno de Cuba. El gran problema es que para los cubanos que quieren dejar a Cuba, el país preferido es los EE.UU., situación que no les gusta a los norteamericanos que están en la política. El verdadero gran problema entre los gobiernos de Cuba y el de los EE.UU. es el problema de la emigración de cubanos hacia el norte. Existen otros problemas también graves, pero este parece ser el que más preocupa porque es el más constante. De ahí que el gobierno norteamericano, aun cuando saben que su propia democracia y forma de gobierno se irá al vertedero de la historia, quieren sin embargo que Cuba abandone su sistema social y entre de lleno en el sistema capitalista. Si los norteamericanos, mirándolos desde una perspectiva de nación capitalista, tienen razón con defender sus intereses nacionales oponiéndose a la emigración masiva de personas, eso es algo que no voy a analizar aquí; lo que realmente importa decir es que hay mucha gente esperando por una oportunidad para imponer en Cuba la horrenda dictadura a la que le llaman de "democracia". La posibilidad de que lo logren, no es imposible, sencillamente porque los cubanos no son un superpueblo que siempre sabrá contenerlos. Así, lo que yo creo que mejor le podría asegurar a los cubanos idealistas una eterna patria donde realizarse según sus ideales, es compartiendo el país también con los que no crean en los ideales puros, dejándolos que se realicen de acuerdo a las cosas que los motiven en sus vidas. Sé que esto no es tan simple. Ante que nada, esa gente tendría que aceptar que se habrían apegado a una filosofía de ladrones, de competidores de unos contra los otros y de oportunistas inescrupulosos. Y no seria con la intención de que se sintieran sucios ó culpables, sino de que sabiendo lo que en sí seria el mundo en que vivirían, algún día tuvieran la oportunidad de evolucionar sus pensamientos y así salirse de lo que no convence como sistema de vida, algo que es casi que imposible cuando a un modo de vida condenado se les vende de democrático, de humanista, de libre, y de toda clase de mentiras que el capitalismo necesita para operar como el sistema natural que nos corresponde vivir, habiendo logrado que la inmensa mayoría de la gente lo vea así mismo.
Para terminar debo aclarar que yo creo que se puede creer tanto en la democracia cubana como en la democracia norteamericana así como en sus leyes y constituciones. La democracia norteamericana fuera una democracia casi que perfecta si los norteamericanos fueran gente casi que perfectas. Lo mismo puedo decir de los cubanos. Con gente que viven en un mundo de desconfianza, es muy difícil vivir en un verdadero ambiente democrático, y este es un problema universal.

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