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Mostrando entradas de 2010

Fidel Castro y la religión

Las máximas y más bellas convicciones de Fidel Castro. Son muchas las cosas que habría que reclamarle, señalarle y criticarle a Fidel Castro y al gobierno de Cuba. Pero sustraernos de eso, es liberarnos de la tendencia humana a la réplica y a la refutación a la que nos arrastra la alienación política. De todas manera, al menos en el caso de Cuba –donde fueron eliminadas todas las posibilidades de replica en los medios de difusión masívos- nunca se ha logrado más que remover la paranoia y disparar la autodefensiva de un enajenado que siempre se ha resistido a los ataques y criticas de los que no han tendido mejor moral, principios, convicciones ó condición humana que la de él como para querer irse en contra de su gobierno. Por lo tanto, vamos mejor a hablar aquí de las cosas en las que cree esa persona que se hizo del poder en nuestro país, persona que no solamente ha vivido acosado por sus detractores nacionales e internacionales, sino que, además, en su entorno se generó el mismís

El pensamiento de Fidel Castro y del gobierno de Cuba

Son Muchos los que han llegado hasta el líder cubano Fidel Castro para hablarle de cambios necesarios que han de haber en el gobierno de Cuba para que el país pueda salir adelante y prosperar. Sin embargo nadie aun ha podido convencerlo con las ideas que le han planteado como posibles alternativas a tomar. Lo que sucede es que todas conllevarian a la traición de los ideales sobre la creación de un hombre nuevo; algo que es inaceptable por quienes están convencido de que la humanidad no puede basar sus esperanzas en los absurdos del capitalismo. Castro es la persona que está más convencida que nadie de que Cuba se encuentra en una encrucijada en la que no parece que ni a corto ni a largo plazo se puedan resolver los graves problemas de dejadez, indolencias e irresponsabilidades de las personas en el trabajo y en la dirección del país, cuales son las principales causas de las deficiencias económicas y de los problemas de suministro a la población. De este fenómeno se culpa en parte