
Después de haber leído sobre algunas historias contadas por niños que regresaron después de haber estado clínicamente muerto por unas horas, me he preguntado si el mundo no es realmente ese mundo que yo he vislumbrado como el más justo sino que uno mucho más complejo y hasta cruel. En una de esas historias un niño cuenta que estuvo en el Cielo y que el mismo Jesucristo lo había recibido, aunque no se parecía a las imágenes de nuestras pinturas ni tampoco a la que está grabada en el llamado manto sagrado de Turín; o sea, un Jesucristo con un parecido muy similar al que otros niños han descrito haber visto en experiencias similares. Si de alguna manera un ser puede estar en tantos lugares al mismo tiempo y recibir a miles o millones de personas, eso no es lo que se va a tratar aquí. O sea, si una bomba nuclear estallara y matara a un millón de niños y cada uno en ese mismo instante fuera recibido personalmente por una figura a la que nos hemos referido como Jesucristo, eso no es lo que vamos a cuestionar si puede ser posible o no en el mundo de lo divino o de la imaginación. A lo que vamos a referirnos es al hecho de que esos niños mencionaron haber sido recibido también por algún hermano o hermana que desconocían, para luego enterarse de que su madre había perdido a uno de sus hijos en un aborto espontaneo; o sea, antes de que naciera naturalmente. Esto me dice dos cosas que son de suma gravedad: una es que los abortados tienen alma, por lo que se les impide vivir su propia experiencia en el mundo material en el que vivimos al ser liquidados antes de que lo experimenten fuera de la barriga en la que crecen; la otra cosa que concluyo es que el alma es única, individual y que no reencarna, lo que sería justamente lo contrario a lo que mi lógica me había dicho en mis análisis anteriores para explicar la existencia humana de una manera que creía que nos seria más comprensible.
Si cada vez que una mujer aborta a un bebe que crecía dentro de ella con ello le tronca su venida al mundo, impidiéndole el que viva la experiencia de la vida en el mundo material nuestro, prestándose para que le sea arrancado a pedazos para extraerlo de dentro de su cuerpo, eso podría tener consecuencias para ella, así como también para aquellos que la secundaron.
Yo no sé que es verdad o que es mentira; no sé qué es exactamente Dios más allá de que sé que es la fuerza o el poder que creó la existencia. He oído al menos unas diez veces en mi vida que me han llamado por mi nombre pronunciándolo una sola vez y sin decir más nada; he tenido pruebas de que se nos puede revelar un numero a salir en los juegos de azar como la lotería; he estado presente donde un tío mío preguntaba que hacían en su cuarto de un hospital sus cuatro hermanos ya muertos así como sus padres tambien fallecidos, aunque luego no volvió a hablar de ello ni se interesó en tomar “su experiencia” como un tema de conversación, lo que tampoco han hecho ninguno de los que han tenido las mismas visiones; he tenido pruebas de haber sido escuchado por algún ser al que podernos consultar como una poder de bien. En fin, que no me atrevo a asegurar nada como cierto y solo hablo de lo que me sospecho que pudiera ser lo real… hasta cuando en las apariencias puedan parecer que entran en contradicciones, de la misma manera que –a mi entender– los que escribieron la Biblia decían lo que sentían en un momento como la verdad, pareciendo contradecir lo que habían dicho otros anteriormente.
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