Lo que cualquiera que tenga un poco de capacidad de razonamiento se preguntaría es que de donde se nutre de información la ofensiva revolucionaria para hacerle frente al terrorismo mediático del imperialismo si no es de otro lugar que de lo que sus propios medios informan. O sea, que los medios burgueses del capitalismo -incluyendo a wikileaks, cual obviamente es una empresa capitalista que se dedica a vender escándalos, grupos que son muy comunes en el mundo occidental-, son los que sacan al aire y al conocimiento publico todo lo que pueda ser noticia, desde un policía regando con spray pimienta a unos manifestantes, hasta a un soldado metiéndole un bayonetazo por la barriga a una mujer con ocho meses de embarazo. De manera que lo que nosotros hacemos es valernos de las debilidades burguesas en cuanto a desprestigiarse ella misma, para así hacerle un frente de batalla. La realidad es que no creería equivocarme si dijera que más del 99% de la información que nosotros tenemos sobre las cosas que suceden en el capitalismo no son otras que informaciones facilitadas por ellos mismos; de ahí que les sea tan difícil a las personas que tienen un poco de capacidad para razonar el convencerse de que en el capitalismo se ocultan los hechos. Muy bien es cierto que a unos gobiernos ó empresas capitalistas no les interese revelar ciertas verdades, o sea, que ellos mismos no se fusilarían revelando cosas que pudieran desprestigiarlos, afectarlos política ó económicamente. Pero si alguien los denuncia, sea por traición, por oportunismo ó por lo que sea (como el caso –entre otros miles- del títere presidente de Afganistán, Hamid Karzai, quien siempre está denunciando los crímenes de las fuerzas de la OTAN en ese país), sencillamente nada puede parar que la información coja curso, así como se denunció la masacre de My Lai, en Vietnam, en la que algunos soldados primero aprovecharon sexualmente a las niñas antes de ametrallarlas con sus fusiles de asalto. De veras pienso que hemos de cambiar la estrategia por unas formas más realistas y menos hipócritas de contraatacar al enemigo en nuestras luchas ideológicas por sobrevivir como sistema político-social. Podrá ser muy cierto que por el poder revolucionario todo se vale, pero ello tiene sus consecuencias. Así como nunca se ha podido convencer a muchos intelectuales que han sido grandes críticos y hasta enemigos jurados del sistema capitalista, de que hay menos libertades en el capitalismo que en el comunismo según lo hemos conocido, así tampoco jamás vamos a poder convencernos nosotros mismos de nuestras propias difamaciones, sean estas necesarias y justificables ó no lo sean para seguir sobreviviendo como un poder revolucionario que desea un mundo mejor.
Entre las lesbianas y homosexuales suele decirse que la heterosexualidad es una construcción social y que las personas realmente nacen siendo homosexuales y que la sociedad es la que las aparta de su rumbo natural. Hagamos un análisis de cuánta libertad sexual hay en unos y cuánta represión sexual hay en los otros a modo de tratar de entender el asunto. Cuando nos basamos en lo que es menos condenado y lo que es más condenado, así como aquello que más se defiende contra aquello que menos se defiende, y así como también aquello sobre lo que hay más prejuicios y sobre lo que hay menos prejuicios, no nos queda otra que admitir que el homosexualismo es el más favorecido. La pregunta que cabe aquí es: acaso lo más favorecido por la sociedad no es lo que nos corresponde vivir? Recuerdo cuando en los años ochenta un hermano mío me dijo que él estaba convencido que el homosexualismo era mucho más fuerte que la relación (de deseos carnales) entre hombre y mujer, pues el notaba que muchos homos
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