Entre las lesbianas y homosexuales suele decirse que la heterosexualidad es una construcción social y que las personas realmente nacen siendo homosexuales y que la sociedad es la que las aparta de su rumbo natural. Hagamos un análisis de cuánta libertad sexual hay en unos y cuánta represión sexual hay en los otros a modo de tratar de entender el asunto.
Cuando nos basamos en lo que es menos condenado y lo que es más condenado, así como aquello que más se defiende contra aquello que menos se defiende, y así como también aquello sobre lo que hay más prejuicios y sobre lo que hay menos prejuicios, no nos queda otra que admitir que el homosexualismo es el más favorecido. La pregunta que cabe aquí es: acaso lo más favorecido por la sociedad no es lo que nos corresponde vivir?
Recuerdo cuando en los años ochenta un hermano mío me dijo que él estaba convencido que el homosexualismo era mucho más fuerte que el amor -o sea, que los deseos carnales entre hombre y mujer-, pues el notaba que muchos homosexuales no podían contenerse en la búsqueda del sexo, asaltando en muchos casos a las personas por tal de conseguirlo. En la misma Biblia se narra que los hombres en Sodoma y Gomorra se encendían violentamente (de deseos carnales) entre ellos; algo que sólo se ve entre un hombre y mujer en las películas que quieren exagerar las pasiones que se dan entre ellos, y en las que se presentan escenas en las que se tiran de la ropa ripiandoslas desde uno al otro en su desesperación por desnudarse para poder llegar a las zonas erógenas de cada uno, lo que no deja de ser más que una fantasía y una ilusión que, aunque quisiéramos realmente vivirlas, en la vida real jamás se dan, y mucho menos con la esposa o amante. Esos arrebatos, si acaso existieran, sólo se darían cuando un violador se consiguiera a una víctima con la que pudiera hacer de ella lo que le diera las ganas por sentirse con todo el control, situación que puede excitarlo extraordinariamente por cuanto tiene todo el poder. Sin embargo en la vida real sí se han dado casos de calenturas tan grandes en algunos homosexuales que han llegado a arrancarle el pene a la otra parte en un intento por tragárselo en medio de un arrebato de lujuria. Luego entonces si el único significado que tiene la existencia son los deseos y la búsqueda del placer, al mismo tiempo que -y de acuerdo al mundo en el que vivimos- quiénes más intensamente disfrutan de estos son los homosexuales, entonces la verdad estaría en ellos.
Sucede que la homosexualidad parece ser tan fuerte que los más de los homosexuales y lesbianas jamás se prestan para irse a la cama con una persona del sexo opuesto como si el sabor de lo que irían a experimentar fuera muy insípido como para perder su tiempo con "tan poca cosa" al mismo tiempo que ellos son muy agresivos en sus insistencias para convencer a las personas que se definen como heterosexuales para que estén con ellas. Por otro lado, también se nota que a toda persona que manifieste su descontento con la homosexualidad se le señala de ser alguien que vive frustrado con su supuesta homosexualidad latente. Al mismo tiempo aparecen supuestos "estudios" en lo que se afirma que una mujer disfruta más y tiene muchos más orgasmos en una relación sexual con una mujer que con un hombre. Incluso ahora el feminismo lesbianico está diciendo que las personas nacen naturalmente homosexuales y que la sociedad es la que los fuerza a ser heterosexuales.
Notamos que los homosexuales organizan cruceros gays en lo que hay total libertad de acción entre ellos como si fuera la cosa más natural de este mundo; o sea, como si se tratara de un party para comer helados. Sin embargo, hasta ahora jamás se ha logrado organizar un crucero (todos solteros) para que en él se encuentren hombres y mujeres que quieran darse entre ellos libremente así como lo hacen los gays en los clubes saunas en los que suelen pasarse los fines de semana completos dándose unos a los otros sin ningún tipo de barrera o de condiciones; en contrapartida, las pocas veces que se han tratado de organizar dichos cruceros para solteros no gay, por lo general sólo unas pocas personas se han interesado, la mayoria de ellas mujeres.
Mientras que todo lo que tenga que ver con contactos físico entre personas de diferente sexo siempre es tan complicado que nadie se atrevería siquiera a hacer una proposición al respecto (a no ser que se tratara de un prostíbulo en el que habría que pagar por los servicios), cuando se trata de acercar hombres con hombres o mujeres con mujeres, todas las ideas siempre tienen grandes éxitos, sean cruceros gays o lo que fuera.
Por qué se les hace tan difícil a las personas heterosexuales el conseguirse una pareja en los sitios de citas que están en el internet y en los que se registran con la esperanza de conocer a alguien -sitios en los que han estando la mayoría de ellos durante años- sin que jamás se materialice, mientras que normalmente los homosexuales y lesbianas consiguen en esos mismos sitios a cuantas parejas quisieran en los primeros días en que se pusieran a explorarlos?
Luego entonces dónde están los que viven prejuicios sexuales y donde están los que no lo viven? Dónde están los que se reprimen sexualmente y los que están liberados? Dónde está entonces la verdad de lo que nos correspondería vivir sexualmente? Es por todo esto que tengo que admitir que el homosexualismo es quién está ganando y pudiera terminar por imponerse.
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