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El feminismo como causa de homosexualizacion de los hombres

El temor a la mujer conectado al feminismo radical como una de las causas  principales de la homosexualizacion de los hombres en el mundo presente.

Como muy bien en ocasiones ha sido reflejado en películas y comerciales, son muchos los varones que suelen idiotizarse ante la presencia de una femina sexi. Ese comportamiento del varón es un reflejo obvio de su extremado respeto hacia las féminas; quizás no exactamente porque sea esto un comportamiento natural, sino que más bien una imposición social. O sea, los varones crecimos siendo indicados de que debíamos de mirar y de tratar a las féminas con respeto, pero sin que se nos explicara claramente en qué consistiría un buen respetarlas. Al señalarsenos un sexo en particular en vez de indicarsenos que debíamos de respetar a las personas, lo que se hizo fue transmitirnos un mensaje equivocado. Así, la idea que los varones nos formamos en la mente en relación a ese disciplinamiento, es la idea de que las féminas son unos seres humanos de una categoría mucho más elevada que la de los varones; algo así parecido a esa inspiración de respeto que se nos inculcó hacia las personas pudientes, o sea, aquellas que vivieran en una mejor casa, vistieran mejor y fueran profesionales, como doctores o dueños de empresas, entre otros; a éstas personas en particular siempre se nos señaló que deberíamos de ser muy cuidadoso al dirigirnos a ellas; es más o menos justamente el mismo respeto y distanciamiento que entendimos que debíamos de tener con las féminas; de ahí que no sea una sorpresa el que tantos varones tartamudeen y les tiemblan las piernas al pretender como novia a una muchacha que les guste.
 Con el advenimiento de un feminismo radical agresivo y violento, así como con las nuevas leyes que penalizan al varón por dirigirsele de manera "irrespetuosa" a una fémina, son muchos los varones los que están viendo a las mujeres como unos entes peligrosos, que no sólo tienen poder para ridiculizarlos con su mera presencia, idiotizandolos con su belleza (lo que suelen reflejar con expresiones de vergüenza y con babeo o quijada caida) sino que mucho más les están temiendo a lo que puedan decir sus lenguas en contra de ellos, e incluso han llegado a creerse que también físicamente las mujeres son capaces de patearlos y de vencerlos con su fuerza física así como son presentadas en las películas en las que ellas son terriblemente invencibles. Todo esto junto a ido determinando en que muchos hombres de carácter débil (los que abundan en gran manera en la actualidad) se homosexualicen, en ocasiones sin que ellos mismos puedan explicarse las causas (temores inconscientes) que los llevarán a homosexualizarse; o sea, a uir de la mujer.
 Esta observación me hace recordar del gran temor que yo le tenía a mi madre cuando niño, y quién me había maltratado y hecho sufrir cuando apenas era un bebé. Más no podía recordar exactamente que me había hecho ni la causas de mis temores hacia ella. Pero lo que sí recuerdo bien es que le tenía un gran miedo, y lloraba si me dejaban solo con ella; la veía como una cosa "mala" pero era incapaz de poder explicar porqué la veía así. Un sentimiento parecido es el que les tienen muchos varones a las hembras; las ven como una cosa "mala" a las que les temen, pero no sabrían explicar el por qué las ven así; es algo que está en el subconsciente de ellos, pero que jamás se han atrevido a hacer un análisis sobre el mismo para entender sus causas.
 La homosexualizacion del varón rara vez (o nunca) tiene causa en que prefieran el placer que puedan disfrutar sintiéndose penetrados a través de los intestinos por otro varón. Y aunque no puede negarse que el pene le fue hecho al hombre para producir un gran placer que inevitablemente se va a sentir teniéndolo dentro del cuerpo, también en las causas de ese placer influye lo morboso de un erotismo complicado con las imaginaciones que se forman en sus mentes quienes los reciben; de lo que no hay dudas es de que dicho erotismo es el producto de una enajenación de la misma manera que el goce que se experimenta con algunas drogas es también un goce que se escapa de la normalidad. Ambos hechos pueden producir placeres, pero los placeres sanos están muy por encima de ellos. Cuando hay amor y pasión sin prejuicios sexuales que pudieran estropearlo (los que son raros que no existan en nuestra sociedades) el placer sano que se produce cuando tienen  coito un varón con una fémina  es infinitamente más placentero y satisfactorio  que el placer que se da cuando dos personas con unos mismos genitales se entregan a los placeres carnales; esto es algo que se pierden los homosexuales y lesbianas; o sea, se pierden lo mejor al  irse a la cama con alguien de su mismo sexo.
 La homosexualidad no hace feliz a las personas aún cuando quizás las más de las parejas heterosexuales tampoco lo sean; no por que no les funcione bien el goce de acoplar sus genitales con quién naturalmente han de acoplarlo, sino que porque, generalmente, hay mucha tentación sexual en las mujeres que es captada por los hombres, por lo que a no ser que su compañera fuera muy atractiva, su vida sexual podría frustrarse si no tiene consigo a la mujer que realmente le guste.  Las parejas heterosexuales jóvenes, cuando se aman, llegan a experimentar una intensa felicidad aún cuando desafortunadamente quizás sólo una pequeña fracción de esas parejas sean la que lleguen a experimentarlo. Pero de lo que no hay dudas es de que las parejas homosexuales no tienen el menor chance de conocer lo que es la felicidad que puede darse en una relación de pareja. Es sobre esto sobre lo que hemos de crear conciencias por un mundo de personas más felices, que al final es lo que realmente importa. No existe nada en este mundo que querramos más que el ser felices; todos estamos detrás de la felicidad, pero los más terminamos sin haberla conocido a plenitud.

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