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Miles convergieron en la Torre de Eiffel contra el matrimonio gay

La pregunta que nos deberíamos de hacer todos es ¿Cuales son los legítimos y lógicos derechos humanos a los que debemos aspirar? ¿Son parte de nuestros derechos humanos amasar una fortuna de ochenta mil millones de dólares ($80,000,000,000) ó tendríamos derecho a extenderla aun más, digamos a un billón de dólares (1,000,000,000,000)? ¿Son parte de nuestros derechos mandar a construir para nuestro uso personal un yate a un costo de mil doscientos millones de dólares? ¿Son parte de nuestros derechos comprar en una subasta una pintura ó un búcaro ó jarrón chino por cuarenta ó cincuenta millones de dólares? Pues bien: esos “derechos” los tenemos sin que nos los hayan dado ó discutido; es como si hubiéramos nacidos con ellos, como el derecho a respirar. Ahora bien: ¿será que también algún día se nos reconocerán otros “derechos humanos”  que se van en contra de la humanidad misma y de su dignidad así como los anteriormente mencionados actúan contra nosotros mismos? ¿Serán también reconocidos los derechos de igualdad de la mujer para que ella también aspire a posiciones de trabajo como torturadora en la prisión de la base de Guantánamo y así no le deje a exclusividad de los varones el beneficio del alto salario que se paga por ese servicio? ¿Cuáles serán los dolores que podremos proporcionarnos y los que no podemos proporcionarnos para que se determine que es un derecho legitimo y cual no? ¿Tienen los niños el derecho legitimo a ser criados por dos personas del mismo sexo que se van a la cama a encenderse pasionalmente como la cosa más natural del mundo, ó son los adultos los que reclaman ese derecho de hacerlos suyos, niños que al preguntarle “de donde vienen los niños” se verían obligados a darles una explicación a la defensiva, evadiendo la simplicidad natural y buscando negarle la necesidad del copulamiento entre una hembra y varón, para entonces hablarles de maquinas y de inseminación artificial para evitar la idea de la necesidad de un padre y una madre? Si nosotros como homosexuales y lesbianas tenemos derechos a adoptar niños, sin importarnos los riesgos sicológicos que estos puedan incurrir durante nuestra custodia, pues entonces “todo está bien” no hay nada que tengamos que criticar aunque directa ó indirectamente nos ocasionen dolor, sea el que sean desperdiciada y tiradas a la basura la mitad de las cosechas de alimentos del mundo con la que se podría alimentar a todos los que padecen de hambre, ó bien sea el libre derecho a poseer armas pesadas y de asalto con las que a veces se comenten masacres. Todo está bien. ¿O acaso solo está bien lo que en un momento dado es lo que conviene políticamente para seguir manteniendo el control del poder?

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